Lumbago y fisioterapia
El dolor en la parte baja de la espalda (también conocido como lumbago) es una afección generalizada y, una de las razones más comunes por las que las personas acuden a nuestro centro de fisioterapia en el barrio de Salamanca, en Madrid. Hoy como expertos en fisioterapia te queremos hablar de este dolor de espalda, sus síntomas y qué podemos hacer para tratarlo de manera eficaz.
¿Qué es el dolor lumbar / lumbago?
Se estimada que, aproximadamente, el 80% de la población sufrirá de dolor lumbar en algún momento de su vida.
El dolor en la parte baja de la espalda generalmente se experimenta como dolor, incomodidad, tensión muscular y / o rigidez localizada en la espalda. El dolor puede ocurrir como un episodio único o como un dolor recurrente mezclado con períodos indoloros. Es un dolor que puede ser crónico con empeoramiento periódico o empeoramiento tanto crónico como gradual.
La parte inferior de la espalda, que comienza debajo de la caja torácica, se denomina región lumbar. El dolor aquí puede ser intenso y es una de las principales causas de trabajo perdido. Afortunadamente, el dolor lumbar a menudo mejora por sí solo. Cuando no, hay tratamientos efectivos.
Factores de riesgo del lumbago
El 80% de los casos de dolor de espalda no se pueden diagnosticar específicamente, es decir, la causa exacta sigue siendo desconocida. A menudo, la causa será una interacción compleja entre una variedad de factores físicos, mentales y sociales. En algunos casos, el dolor puede surgir después de ejercer una presión física en la espalda, pero la mayoría de las veces, también ocurre sin ningún tipo de esfuerzo.
Cada persona tiene una estructura corporal ligeramente diferente. En pocas palabras, algunas personas se ven más afectadas por ciertos desencadenantes que otras. Lamentablemente, no hay una prueba de fuego para estas predisposiciones, por lo que es mejor evitar cualquier tensión innecesaria en el cuerpo. Ejemplos de factores de riesgo de padecer lumbago son:
- Estrés: es comúnmente aceptado que el estrés empeora el dolor, pero en algunos casos, el estrés en sí conduce al dolor de espalda. Típicamente, el estrés es manejable a través de cambios en el estilo de vida y la terapia. En otros escenarios, el estrés es inducido químicamente y debe remediarse con medicación. En cualquiera de las situaciones, sin embargo, el dolor inducido por el estrés puede ocurrir y es muy real. Ya hemos hablado de cómo las emociones afectan a nuestro cuerpo. Nosotros somos responsables de lo que nos pasa, tenemos que tomar medidas para vivir en armonía y felices.
- Estilo de vida sedentario: muchos trabajos requieren que las personas se sienten en sillas de escritorio por períodos prolongados de tiempo. Esto causa una tensión adicional en la espalda y aumenta considerablemente las posibilidades de desarrollar lumbago. Además, dormir en posiciones incómodas produce una susceptibilidad de riesgo similar.
- Técnica de levantamiento inadecuada: incluso si esto no provoca un daño lumbar de inmediato, lo hará con el tiempo. Usar la espalda para soportar peso en lugar de las piernas y torcer el cuerpo de manera incorrecta son dos de los errores de levantamiento más comunes.
- Obesidad: Esto es solo una consecuencia natural de la física. Si la columna tiene que soportar más peso, se volverá más susceptible al desgaste.
- El proceso de envejecimiento natural: las estructuras internas del cuerpo se deterioran con el tiempo, lo que puede provocar enfermedades degenerativas lumbares de los discos.
- Estrés fisiológico repetitivo: las actividades repetitivas pondrán estrés en las estructuras corporales a lo largo del tiempo. Por ejemplo, los episodios largos o intensos de trote pueden provocar dolor lumbar en la espalda, ya que correr es una actividad de impacto repetitivo.
Condiciones que conducen al lumbago
El dolor lumbar es interesante para los profesionales de medicina y fisioterapeutas, ya que puede ser condición de algo o síntoma. Una persona puede tener dolor crónico de espalda baja, o puede tener un problema que lo cause.
Las siguientes condiciones pueden causar dolor en el área lumbar:
- Enfermedad degenerativa del disco lumbar: ocurre cuando los discos lumbares de la columna vertebral se deterioran naturalmente a medida que envejecemos. Hasta cierto punto, todos experimentamos algún grado de degeneración del disco. Sin embargo, los médicos solo usan este término cuando la degeneración conduce al dolor.
- Disco herniado lumbar: la columna vertebral es una columna alterna de discos y vértebras. Las vértebras son los huesos que componen su columna vertebral y los discos son el material más suave entre ellos. Con el tiempo, estos discos pueden desalinearse o romperse, lo que los médicos denominan una hernia discal.
- Estenosis de la columna lumbar: hay muchos pasillos que rodean la columna vertebral a través de los cuales los nervios deben viajar. Cuando estos pasajes se estrechan, ejerce presión sobre estos nervios y causa radiculopatía lumbar (también conocida como nervio pinzado en la parte inferior de la espalda). Sin embargo, no todos los casos de estenosis espinal producen nervios pellizcados o dolor del nervio ciático. De hecho, a veces esta condición no tiene síntomas negativos en absoluto. Dicho esto, la condición también puede empeorar con el tiempo.
- Hipertrofia de la faceta: las articulaciones de la faceta existen en todos los niveles de la columna vertebral para brindar flexibilidad y apoyo. A veces, el cuerpo responde a la degeneración espinal al agrandar estas articulaciones como una medida para contrarrestar el estrés. (Piense en ello como una formación de callos.) Esta «hipertrofia» puede ejercer presión sobre los nervios cercanos, causando el lumbago.
- Espondilolistesis lumbar: esta condición ocurre cuando las fracturas por estrés de una lesión vertebral conducen a una debilidad estructural. Cuando la columna vertebral se debilita así, la vértebra puede salirse de su lugar causando la espondilolistesis.
Diagnóstico y tratamiento
A muchas personas que sufren de dolor en la parte inferior de la espalda se les dice que se abstengan de levantar objetos y que solo se sienten en ciertas posiciones. Sin embargo, esto solo lo encerrará en una condición de funcionalidad disminuida. Esto se debe a que la inactividad dará como resultado músculos de la espalda rígidos y debilitados que retrasarán la curación adecuada del tejido lesionado.
Intente no proteger excesivamente la espalda y manténgase activo cambiando regularmente entre caminar, pararse, sentarse y acostarse.