Fisioterapia

Cuidamos tu cuerpo

Tratamientos de fisioterapia

Tratamientos personalizados que combinan fisioterapia deportiva, postquirúrgica, de columna o embarazo con técnicas manuales y entrenamiento individual para recuperar tu bienestar físico en un entorno multidisciplinar.

Fisioterapia deportiva

La fisioterapia y deporte trabajan para mejorar el rendimiento de los deportistas. La fisioterapia del deporte es la rama que se ocupa de las lesiones y los problemas relacionados con los deportistas.

Las lesiones deportivas son diferentes a las lesiones cotidianas. Los deportistas normalmente requieren un alto nivel de rendimiento. Sus músculos, articulaciones y huesos estén al límite. Los fisioterapeutas deportivos ayudan a recuperarse de lesiones deportivas y, además se les ofrecen recursos para prevenir problemas y lesiones. Aconsejamos a los deportistas acudir de manera regular al fisioterapeuta.

Desde la fisioterapia siempre incidimos en la importancia de la prevención de las lesiones para mantener un buen estado físico. A nuestro centro acuden muchos deportistas profesionales, ciclistas, competidores de iroman o triatlón, en estos casos la prevención es fundamental. Los deportistas que acuden a nuestro centro tienen protocolos de ejercicios terapéuticos personalizados que el deportista realizará entre las competiciones. Además siguen un tratamiento específico precompetición y postcompetición.

En MasFisio contamos con especialistas en fisioterapia del deporte. El profesional debe manejar y dominar un gran abanico de técnicas que van desde la terapia manual (masoterapia, kinesioterapia, terapias manipulativas, osteopatía, etc.), métodos kinésicos analíticos, globales y propioceptivos de recuperación funcional, así como el vendaje funcional, los estiramientos analíticos en Fisioterapia, la isocinética, la hidroterapia, la crioterapia, la termoterapia y la electroterapia entre otras disciplinas que facilitarán la recuperación del deportista.

En MasFisio nuestro equipo de profesionales  ayudarán a todos los deportistas a rendir al máximo sin temer por las lesiones.

No hay mayor frustración para un deportista que no lograr sus objetivos debido a una lesión.

Tipos de lesiones deportivas

Un esguince es la rasgadura, torsión, distensión o estiramiento excesivo de algún ligamento (banda resistente de tejido elástico que une los extremos óseos en una articulación). Se produce debido a un movimiento brusco, caída, golpe o una fuerte torsión de la misma, que hace superar su amplitud normal.

¿Por qué se produce un esguince?

La mayoría de los tipos de torceduras de tobillo ocurre por un movimiento de cambio rápido con el pie plantado. El tobillo gira hacia afuera y el pie gira hacia adentro. Esto hace que los ligamentos en la parte exterior del tobillo se estiren y rasguen. Con menos frecuencia, el tobillo gira hacia adentro y el pie gira hacia afuera., lo que daña los ligamentos en el interior del tobillo.

Seguramente sea una de las lesiones más comunes y la mayoría de las personas han sufrido alguno a lo largo de su vida. El que hablemos de una lesión común no significa que sea una lesión menor. Algunas personas con esguinces repetidos o graves pueden acabar desarrollando dolor y debilidad en las articulaciones a largo plazo.

¿Cómo te ayuda la fisioterapia a recuperarte de un esguince?

La fisioterapia ayuda a la recuperación tras un esguince, el tiempo de recuperación varía en función de la gravedad y la cronicidad de la lesión. En los esguinces leves los ligamentos están distendidos, mientras que en los esguinces graves los ligamentos están rotos.

El tratamiento fisioterapeútico que emplearemos para tratar un esguince va a variar en función de la fase en la que se encuentre. Destacan fundamentalmente crioterapia, vendajes funcionales y neuromusculares, drenaje manual, movilizaciones, manipulaciones, masaje cyriax, técnicas propioceptivas, etc.

La rotura de fibras musculares, también conocida como un desgarro muscular, es una lesión del músculo en el que las fibras que lo componen se rompen. Es una lesión en la que se ven afectadas las fibras que forman el vientre muscular. La gravedad de la lesión depende del número de fibras afectadas.

¿Por qué se produce un desgarro muscular o rotura fibrilar?

Se puede producir por una contusión o por un esfuerzo muscular explosivo en un periodo corto de tiempo. Hay varios factores que pueden contribuir a la lesión como por ejemplo, cuando el músculo está fatigado y se le sigue exigiendo actividad, por un mal calentamiento antes de la actividad física o situaciones similares.

¿Cómo puede ayudarte la fisioterapia?

En cuanto al tratamiento se aconseja las primeras 48 – 72 horas reposo, hielo para bajar la inflamación y vendaje comprensivo. Pasado ese tiempo es aconsejable acudir al fisioterapeuta que valorará la rotura y empezará a tratarla. El tratamiento está encaminado a reducir la inflamación y adelantar la recuperación. La aplicación del masaje es fundamental en el tratamiento para romper las adherencias que se hayan formado tras la lesión para que el músculo no pierda elasticidad. Así como otras técnicas como estiramientos, vendajes neuromusculares, etc.

Una contractura muscular es una contracción persistente e involuntaria de un músculo.  No es una lesión grave pero sí molesta, que nos puede impedir realizar determinados movimientos con normalidad y sin dolor.

¿Por qué se produce una contractura?

La contractura aparece esencialmente cuando se exige al músculo un trabajo superior al que puede realizar, ya sea intenso y puntual -por ejemplo, un esfuerzo excesivo- o mantenido y menos intenso -por ejemplo, mantener unas horas una postura inadecuada-. Por otra parte, algunas anomalías de la columna vertebral o desequilibrios de la musculatura favorecen que unos grupos musculares estén trabajando constantemente más de lo necesario, lo que les predispone a contracturarse.

Eso mismo ocurre cuando falta potencia a la musculatura y se le exige que realice esfuerzos que exceden su capacidad. En ese tipo de situaciones es fundamental hacer el ejercicio adecuado para cada caso específico, con el fin de contrarrestar esa tendencia y evitar la repetición de las crisis.

La contractura muscular causa dolor de espalda por varios mecanismos:

La contractura de un músculo activa directamente los nervios del dolor que están en él, desencadenando dolor de espalda. Además, el músculo contracturado puede comprimir la arteria, disminuyendo su riego sanguíneo. En esa situación se forma un círculo vicioso porque el músculo con menos riego tiende a contracturarse más fácilmente y, además, la falta de sangre activa más los nervios del dolor.

El menisco es un cartílago situado en el interior de la articulación de la rodilla. Tiene forma semilunar y su principal función es aumentar la profundidad de la superficie relativamente plana de la parte superior de la tibia. Cuando nos referimos a la lesión de uno o ambos meniscos hablamos del daño o ruptura de estas estructuras como resultado de varios factores como fuerzas compresoras, tracciones o una combinación de ambas.

¿Por qué se produce una lesión de menisco?

Las causas de las lesiones de meniscos son muy variadas y dependen del estado físico en el que nos encontremos.

Con la edad, los meniscos se van resecando y deshidratando, y de forma natural pueden llegar a romperse. Otra de las causas por las que podemos sufrir una lesión de menisco es por un aplastamiento (si saltamos y no flexionamos la rodilla), por una rotación de la rodilla (cambio de dirección mientras caminamos o corremos).  Prevenir este tipo de enfermedades es complicado, lo más recomendado es fortalecer los músculos de la rodilla para reducir el riesgo.

¿Cómo te ayuda la fisioterapia a recuperarte de una lesión de menisco?

El tratamiento fisioterapéutico para recuperarse de una lesión de menisco consta de diversas técnicas, crioterapia (durante las primeras 24-36 horas, así como evitar que la articulación soporte peso), termoterapia, movilizaciones, articulares etc. Una vez reducida le lesión es necesario iniciar un programa de ejercicios de rehabilitación para fortalecer la musculatura.

Los ligamentos son bandas cortas de tejido duro y flexible, compuesto de muchas fibras individuales que conectan los huesos del cuerpo. El ligamento permite el movimiento, pero evita también mover los huesos de modo excesivo lo que previene las luxaciones en caso de movimientos forzados.

Los ligamentos rotos más comunes son los ligamentos de la rodilla y los ligamentos del tobillo.

¿Cómo se produce una lesión en el ligamento?

Las lesiones de los ligamentos se producen porque las articulaciones soportan peso y se encuentran bajo mucha tensión en ciertos deportes. Los ligamentos se tensan cuando la articulación está estresada más allá de su rango normal. Las causas más comunes de una lesión de ligamentos incluyen torsión o un aterrizaje torpe.

¿Cómo trata la fisioterapia una lesión de ligamentos?

La actuación precoz del fisioterapeuta en este tipo de lesiones es decisiva para su recuperación. Existen variedad de técnicas para ello: vendajes, movilizaciones, manipulaciones etc.

Es la inflamación, irritación e hinchazón de un tendón, la estructura fibrosa que une el músculo con el hueso. En muchos casos, también se presenta tendinosis (degeneración del tendón).
La tendinitis puede ocurrir a cualquier edad, pero es más común entre los adultos que practican mucho deporte. Las personas mayores también son susceptibles, porque los tendones tienden a perder elasticidad y se vuelven más débiles con la edad.

¿Cómo se produce la tendinitis?

La tendinitis generalmente es causada por un impacto repetitivo y leve en el área afectada, o por una lesión súbita más grave.La postura incorrecta, o un estiramiento deficiente antes de hacer ejercicio o de practicar deportes aumenta el riesgo de una persona de padecer tendinitis. Es una de las lesiones más comunes en las personas que cuyo cuerpo no está acostumbrado a una actividad física regular y, de manera ocasional practican un deporte sin tener el cuerpo preparado para dicha actividad.

¿Cómo te ayuda la fisioterapia a recuperarte de una tendinitis?

El estiramiento y fortalecimiento por parte del fisioterapia es esencial, y puede restaurar la capacidad del tendón para funcionar apropiadamente, mejorar la cicatrización y prevenir lesiones futuras.

Es el aplastamiento y rotura de vasos sanguíneos de un músculo, generalmente a un nivel superficial (cercano a la piel). La causa es siempre un golpe violento. La gravedad depende en su mayor parte de dónde se ha recibido el golpe.

¿Cómo se produce una contusión muscular?

Las contusiones musculares están muy relacionadas con el deporte. La contusión muscular severa puede afectar su rendimiento atlético.

Son el resultado de una fuerza directa al músculo. En el deporte, esto generalmente ocurre por colisión con un jugador de la oposición. Sin embargo, las contusiones musculares pueden ocurrir fuera de un entorno deportivo, después de una caída o colisión con un objeto como una mesa.

¿Cómo te ayuda la fisioterapia a recuperarte de una contusión?

El tratamiento se enfocará en ejercicios de rango de movimiento y fuerza para ayudarlo a regresar a sus actividades cotidianas y / o al deporte. Su fisioterapeuta también puede sugerir un equipo de protección apropiado para ayudar con este proceso.

Los fisioterapeutas las abordan con técnicas analgésicas, antiinflamatorias y drenaje en caso de hematoma y/ o edema.

Es un desgarro parcial o completo de fibras musculares, que se rompen en mayor o menor medida cuando un músculo se estira de forma exagerada. Al producirse la lesión las fibras musculares afectadas se retraen formándose una brecha entre los extremos rotos. A veces, la lesión de estas fibras también puede extenderse hasta las estructuras circundantes, como los tendones o los vasos sanguíneos.

¿Cómo se produce una distensión muscular?

Son lesiones en las que se produce un estiramiento excesivo del músculo como consecuencia de un esfuerzo demasiado grande, que puede llevar a la rotura fibrilar del músculo.

¿Cómo te ayuda la fisioterapia a recuperarte de una distensión muscular?

Los especialistas recomiendan que se mantenga el músculo dañado en reposo y aplique hielo durante los días posteriores a la lesión. Cuando el dolor haya disminuido podemos proceder a realizar estiramientos y ejercicios suaves para que la sangre vaya circulando por el área lesionada.

La labor del fisioterapeuta es reeducar al paciente en cómo realizar un buen entrenamiento y estiramiento de los diferentes grupos musculares.

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Traumatología

La traumatología fue uno de los primeros campos en aplicar la fisioterapia como parte de su tratamiento y recuperación. Su importancia y eficacia está cada vez más demostrada y es muy importante para la rehabilitación del paciente.

La fisioterapia aplicada en la traumatología se realiza a partir del diagnóstico médico y una valoración detallada del paciente. El objetivo principal es aliviar el dolor, reducir la inflamación, recuperar la movilidad y la recuperación funcional del paciente.

Fractura

Tras una lesión el cuerpo es capaz de producir las células y sustancias para reconstruir los tejidos lesionados. El hueso a pesar de ser duro y resistente, también se puede romper, pero también tiene una capacidad de regenerarse muy alta. Nos referimos a una fractura cuando se da la pérdida de continuidad normal de la sustancia ósea.

Sus causas son por golpes, fuerzas o tracciones, donde la intensidad supera la elasticidad del hueso y éste se rompe.

La clasificación de las fracturas es amplio, ya que depende del tipo de rotura del hueso o la zona corporal que se ve afectada. El papel fundamental del fisioterapeuta es:

  • Aliviar el dolor
  • Evitar la deformación
  • Prevenir la rigidez e impotencia funcional
  • Corregir la movilidad articular perdida después de la fractura

Luxación

La luxación se produce cuando un hueso se desencaja de la articulación y no vuelve a su posición natural. Normalmente se produce como consecuencia de una caída, golpe o en la práctica de un deporte de contacto. La articulación más propensa a sufrir una luxación o dislocación es el hombro. El hombro es una de las articulaciones más móviles de nuestro cuerpo y tiene un amplio rango de movimiento. Sin embargo, debido este rango de movimiento hay que cuidar y mantener la estabilidad del hombro. En este caso la fisioterapia trabajará para evitar anquilosis y la pérdida de movilidad, así como las posibles deformaciones que se pueden derivar de la inmovilización.

Accidentes de tráfico

Hoy en día realizamos muchos desplazamientos en medios de transportes, y en ocasiones podemos sufrir algún percance o incidencia. Cuando hay lesionados en los accidentes de tráfico o atropellos se producen una serie de lesiones, las más frecuentes son: esguince cervical, síndrome del latigazo cervical, contracturas, protrusiones y hernias discales, dorsalgias, lumbalgias, esguinces, fracturas, luxaciones etc.

La lesión más habitual es el latigazo cervical, que se produce por un movimiento brusco en el que la cabeza se desplaza de atrás hacia delante de forma violenta debido a una colisión. Muchos de los síntomas de esta lesión no aparecen de forma inmediata al accidente, pero pasadas unas horas el paciente puede sentir dolor cervical, limitación de la movilidad, mareos etc.

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Reumatología

El paciente reumático obtendrá un beneficio mayor si es derivado a un fisioterapeuta que conozca sus características y problemática, ya que la fisioterapia puede ofrecer a este tipo de paciente soluciones a corto y medio plazo como coadyuvante en el manejo del dolor articular y en la prevención de deformidades esqueléticas. Es importante destacar que el dolor crónico y las deformidades sobre la funcionalidad son variables trascendentales para la calidad de vida del enfermo reumático.

Artrosis

La artrosis o enfermedad degenerativa articular, es la más común de las enfermedades articulares. Ocurre con más frecuencia en personas de edad media y ancianos, afectando el cuello, la región lumbar, rodillas, caderas y articulaciones de los dedos. Aproximadamente el 70% de las personas mayores de 70 años muestran evidencia radiológica de la enfermedad, pero sólo desarrollan síntomas la mitad de ellos. La artrosis también puede afectar a articulaciones que han sido previamente dañadas por sobreuso prolongado, infección o una enfermedad reumática previa. Los pacientes con artrosis padecen dolor y deterioro funcional.

La artrosis acontece cuando se degenera el cartílago articular. Las causas de deterioro del cartílago son múltiples. Sabemos que algunos tipos de artrosis son hereditarios, incluida la forma más común que ocasiona deformidad de los nudillos y en la que se ha encontrado una anomalía genética específica. Esta anomalía origina un cambio en uno de los componentes básicos de las proteínas, llamados aminoácidos, que origina un deterioro prematuro del cartílago. Múltiples trabajos de investigación se ocupan de esta anomalía genética, y también de nuevos métodos para estudiar las células, la química y la función del cartílago. Todos estos esfuerzos están produciendo un rápido desarrollo de nuestros conocimientos sobre la artrosis. La artrosis afecta a millones de personas. Virtualmente, todas las personas de más de 75 años tienen, al menos, una articulación afecta. Las mujeres se afectan más frecuentemente, y en los hombres, la enfermedad suele aparecer a edad más temprana.

Además del tratamiento farmacológico, la fisioterapia aporta la educación del paciente, ejercicios para recuperar el movimiento articular e incrementar la fuerza muscular y la capacidad aeróbica y también, la reducción del peso sobre las articulaciones dolorosas y aplicación de calor y frío para mejorar el dolor.

Artritis

Es una inflamación de una o más articulaciones que provoca dolor, hinchazón, rigidez y movimiento limitado. Existen más de 100 tipos diferentes de artritis.

La artritis involucra la degradación del cartílago, el cual normalmente protege la articulación, permitiendo el movimiento suave. El cartílago también absorbe el golpe cuando se ejerce presión sobre la articulación, como sucede cuando uno camina. Sin la cantidad usual de cartílago, los huesos se rozan, causando dolor, hinchazón (inflamación) y rigidez.

La inflamación de la articulación se puede presentar por diversas razones (enfermedades autoinmunes, desgaste, infección, fractura etc). El ejercicio para la artritis es necesario para mantener las articulaciones saludables, aliviar la rigidez, reducir el dolor y la fatiga, y mejorar la fortaleza ósea y muscular. El programa de ejercicios se debe diseñar para de manera individual para cada paciente. Con nuestro equipo de fisioterapeutas de MasFisio podrá diseñar un programa individualizado de ejercicios  aeróbicos, estiramientos y de fortalecimiento, que se adaptarán a tus necesidades y estilo de vida.

Fibromialgia

Es un síndrome común por el cual las personas experimentan dolor prolongado en todo el cuerpo y puntos de sensibilidad en las articulaciones, los músculos, los tendones y otros tejidos blandos. La fibromialgia también está relacionada con fatiga, problemas de sueño, dolores de cabeza, depresión, ansiedad y otros síntomas.

Se desconoce la causa. Hombres y mujeres de cualquier edad pueden sufrir fibromialgia, aunque es más común entre mujeres de 20 a 50 años.   Los pacientes pueden empezar con fisioterapia, ejercicio y métodos para reducir el estrés.

La fisioterapia asume un papel importante en esta enfermedad. El tratamiento se lleva a cabo en los momentos de exacerbación de la patología. Las técnicas a emplear son la masoterapia (superficial y lenta), termoterapia (lámparas solares e infrarrojos) e hidroterapia (duchas de agua caliente a presión sobre la zona dolorida).

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Fisioterapia postquirúrgica

Tras una intervención quirúrgica o tras un tiempo prolongado inmovilizada una articulación es esencial realizar un tratamiento fisioterapéutico para que se produzca una recuperación total funcional de dicha articulación.

Prótesis de rodilla y cadera

Las prótesis, tanto de rodilla como de cadera, son bastante frecuentes puesto que, el miembro inferior es una extremidad de carga y su degeneración es habitual. Esta degeneración ósea puede llegar a ser altamente incapacitante tanto por falta de fuerza, por inestabilidad y por el intenso dolor, ya que el roce de las superficies óseas provoca una inflamación que puede llegar a limitar prácticamente cualquier movimiento de la articulación.

En el postoperatorio juega un papel fundamental la fisioterapia, para evitar adherencias que restrinjan movilidad a la prótesis. Este tratamiento se basa en ejercicios desde el día siguiente a la cirugía, comenzando con drenajes para bajar la inflamación, movilizaciones pasivas y más adelante movilizaciones activas y ejercicios de potenciación para fortalecer la musculatura que permita caminar, subir y bajar escalera, etc., consiguiendo una marcha prácticamente normal.

Intervenciones de menisco y ligamento

Las lesiones meniscales entran entre las lesiones de rodilla más comunes. El menisco es un cartílago situado en el interior de la articulación de la rodilla. Tiene forma semilunar y su principal función es aumentar la profundidad de la superficie relativamente plana de la parte superior de la tibia. El menisco distribuye las fuerzas transmitidas a través de la rodilla: soporta alrededor del 40% de la carga que recibe la articulación. Además interviene en la estabilidad a la rodilla.

El tratamiento inicial de un menisco roto se dirige a reducir el dolor e inflamación de la rodilla. El médico te puede recomendar caminar con muletas durante algunos días para mantener la rodilla en reposo y que aplicar hielo para reducir el dolor y la hinchazón. Si la rodilla está bloqueada y no se puede desbloquear, puede estar indicada la cirugía precoz para retirar la porción desgarrada y atrapada en la articulación.

Hoy día la mayor parte de la cirugía meniscal se hace mediante artroscopia. Pero en otras circunstancias hay que recurrir a la reconstrucción de la articulación.
Las lesiones ligamentosas también son relativamente frecuentes, sobre todo con la práctica deportiva. Hay ciertos casos en lo que es necesario intervenir quirúrgicamente cuando hay desgarro o rotura de ligamentos.
La fisioterapia en ambas lesiones es de primordial importancia para una buena recuperación total de la articulación. Sus objetivos iniciales son la disminución de la inflamación y el dolor, aumento progresivo de la movilidad, aumento de la tonificación muscular perdida, y un buen trabajo propioceptivo. Los objetivos a medio y largo plazo son la readaptación a la normalidad en el deporte o en las actividades que realice el paciente en su vida diaria.

Lesión de la columna vertebral

El objetivo de la cirugía en la columna vertebral es corregir anomalías estructurales de la columna vertebral (estenosis vertebral, espondilolistesis, escoliosis, degeneraciones discales, etc.)
La causa más frecuente de cirugía es cuando hernia discal comprime una raíz nerviosa. Si todos los tratamientos no quirúrgicos han fracasado, se extrae el material discal herniado que permite eliminar la compresión.
La fisioterapia después de la cirugía es necesaria y consiste en educar bien al paciente en cuanto a mantener una correcta higiene postural, reducir la inflamación y el dolor en la etapa inicial, y mejorar progresivamente la movilidad gracias a una buena rehabilitación que permitirá adaptarse a su vida normal previa a la cirugía.

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Columna vertebral

La fisioterapia ocupa un papel trascendental en el tratamiento de las afecciones comunes de la columna vertebral.  Tales como: escoliosis, protusiones y hernias discales.

Escoliosis

La escoliosis es una desviación de la columna vertebral vista de frente, ocasionando una curva. Esta desviación se acompaña de rotación de los cuerpos vertebrales y de la aparición de una giba. Aproximadamente un 10% de la población presenta una leve asimetría del tronco que puede considerarse una variante de la normalidad. Las curvas de más de 10° son anormales. En los niños en crecimiento pueden progresar ocasionando problemas funcionales y estéticos importantes.

La escoliosis se presenta como una compleja deformidad tridimensional de la columna. Generalmente se clasifica en varios tipos. Congénita (malformaciones en el nacimiento). Neuromuscular (alteraciones neurológicas o musculares que causan pérdida de control por debilidad o parálisis). Y por último, idiopáticas, que son el 80% de los casos, siendo desconocida su causa. Se habla de un agente causal multifactorial. Tienen gran influencia los factores genéticos, así como los posturales, y suelen empeorar en el estirón de la adolescencia.

Los síntomas más frecuentes a observar son las desigualdades de la musculatura de un lado de la columna vertebral. Otro síntoma es  la importancia de una costilla y/o omóplato (por torsión de la caja torácica). Y por último, hay que fijarse en la desigualdad en las caderas o en la longitud de las piernas.

El pronóstico de la escoliosis depende de la probabilidad de progresión. Por lo general las curvas pequeñas tienen menos riesgo de progresión que las grandes. Las curvas torácicas y las dobles curvas también presentan mayor riesgo de progresión que sólo lumbar o toracolumbar. Y también tienen mayor riesgo de progresión si no se ha alcanzado la madurez ósea.

Fisioterapia y escoliosis

Los métodos que la fisioterapia emplea para el tratamiento de la escoliosis siguen el siguiente concepto. Tratan la escoliosis como resultado de un complejo de asimetrías musculares (especialmente desequilibrios de fuerzas en la espalda). Estas asimetrías, pueden ser al menos parcialmente corregidas por medio de ejercicios específicos.

Existen otras alteraciones de la columna como la CIFOSIS (HIPERCIFOSIS). Enfermedad en la que la columna vertebral se curva y pierde parte de su habilidad para moverse hacia dentro. Debido a ello, causa inclinación en la espalda, dolor y fatiga. El tratamiento fisioterapéutico para esta enfermedad, se basa en ejercicios para fortalecer los músculos abdominales y paravertebrales. Otro caso similar es la HIPERLORDOSIS (aumento de la curvatura). Esta enfermedad puede estar causada por una rotación anterior de la pelvis o de las caderas. Ello causa un aumento anómalo de esta curvatura lumbar.  Y como resultado, un dolor de espalda por debilidad de la musculatura del tronco y del abdomen en concreto.

Todas estas afecciones de la columna vertebral responden al tratamiento fisioterapéutico. Ya sea para su corrección como para paliar su sintomatología y prevenir o evitar evoluciones conflictivas. La salud del paciente y la calidad de vida mejorarán.

Hernias discales

Las vértebras de la columna vertebral están separadas por discos llenos de sustancia gelatinosa que suministra amortiguación a la columna vertebral. Los discos se pueden herniar o romperse a causa de un traumatismo o esfuerzo, pudiendo quedar comprimidos los nervios raquídeos, ocasionando dolor, entumecimiento o debilidad.

Las regiones que sufren con mayor frecuencia este tipo de afectación son la zona lumbar y cervical, siendo mayor la incidencia en personas de mediana edad y edad avanzada, especialmente en aquellas personas con actividades físicas rigurosas. El LUMBAGO (dolor en la región lumbar) o la CERVICALGIA (dolor en la región cervical) causada por una hernia, produce síntomas muy variables. Puede sentirse como hormigueo leve, dolor sordo, dolor pulsátil o incluso entumecimiento. A veces es tan intenso que se vuelve imposible cualquier movimiento.

Suele irradiarse a la cadera, glúteos, pierna, pantorrilla o incluso hasta el pie en hernias lumbares, pudiendo llegar a una debilidad considerable en el miembro afectado. Las cervicales presentan dolor al movimiento del cuello, alrededor de los omóplatos, dolor irradiado a la parte superior del brazo, antebrazo o incluso hasta los dedos de la mano. El dolor en estas patologías suele comenzar lentamente pudiendo empeorar tras estar mucho tiempo de pie o sentado, por la noche en la cama, al estornudar, toser o reírse, e incluso al inclinarse o caminar largo rato.

Fisioterapia y hernia discal

El tratamiento suele basarse en medicamentos analgésicos, antiinflamatorios y relajantes musculares. Pero la fisioterapia tiene mucho protagonimos en el proceso de recuperación en las personas con afectación discal. Los terapeutas les enseñan modificaciones básicas y sencillas en sus actividades de la vida diaria, normas de higiene postural, así como otros tratamientos que alivien el dolor y ejercicios de fortalecimiento muscular. La evolución en estos pacientes suele ser lenta, pero si se sigue un tratamiento adecuado la calidad de vida de cada paciente mejora notablemente. La prevención es muy importante en estos casos ya que se puede evitar o retardar la progresión de la hernia y sus consecuencias mediante prácticas seguras en el trabajo, ejercicios de fortalecimiento, higiene postural y tratamientos para mantener la flexibilidad de la columna vertebral y las piernas, consiguiendo así una buena calidad de vida.

Protrusiones discales

La fisura o protrusión discal es el desgarro de la envuelta fibrosa que recubre el disco intervertebral sin llegar a romperse por completo y sin que el núcleo del disco salga fuera, lo que sería ya una hernia.

Esta protrusión se produce porque el disco soporta una presión mayor a la que debe. Ya sea por flexión excesiva de la columna vertebral hacia delante (lo que empuja al disco intervertebral hacia atrás, siendo éste uno de los movimientos más frecuentes diariamente en la mayoría de las personas, lo que hace que las protrusiones y hernias posteriores sean las más habituales). O por cargar pesos importantes, lo que aumenta también la presión sobre el núcleo. También sucede cuando los movimientos de flexo-extensión de espalda son frecuentes, incluso si se hacen sin cargar peso. Por eso es muy importante mantener la musculatura de la espalda potente, así actúa a modo de protección absorbiendo tensiones.

Una protrusión puede provocar una sintomatología similar a la que se da en hernias (descrito anteriormente). Fundamentalmente se siente dolor en el cuello y en zonas altas de la espalda cuando la región afectada es la cervical. Y en la zona de los riñones cuando se ven implicadas las lumbares.

La estimulación de las vías nociceptivas (del dolor) provoca la contracción de la musculatura de la periferia. A veces también dolor irradiado al brazo o a la pierna cuando se llega a comprimir alguna raíz nerviosa.

Los tratamientos conservadores (ya que no siempre está indicada la cirugía ni asegura un resultado óptimo) suelen resolver los síntomas. Habiéndose demostrado además, que retrasar la cirugía, en el caso de que estuviese indicada, no deja secuelas ni supone riesgos. De hecho, la cirugía únicamente ha demostrado ser superior al tratamiento conservador para mejorar más rápidamente el dolor irradiado, pero no otros síntomas.

Fisioterapia y protrusión discal

La fisioterapia ayuda a mantener una calidad de vida óptima. Nos ayuda a no tener tantas limitaciones de movilidad. A la vez, no perdemos tanta fuerza a la hora de realizar cualquier actividad de la vida diaria. Gracias a la fisioterapia, trabajamos la potenciación de la musculatura débil. Además, son efectivos los tratamientos pasivos que trabajan la musculatura que se contractura por el dolor que provoca la protrusión. Gracias a estos tratamientos, desaparecen los dolores (incluso los irradiados). Ya que se libera presión del disco, se aumenta el espacio articular, etc. El objetivo es conseguir una vida normal sin que las protrusiones la limiten.

Ponte en las mejores manos

Nuestro objetivo es fortalecer tu espalda y evitar recaídas

Embarazo

Los cambios físicos en el cuerpo de una mujer cuando se queda embarazada son múltiples. Nuestro cuerpo se prepara para gestar una nueva vida. Se adapta a los cambios encaminados a nutrir, proteger y cuidar el crecimiento del bebé. Por lo tanto, embarazo y fisioterapia serán una excelente combinación para mejorar el bienestar en estos meses.

Todos los cambios suceden en un corto lapso de tiempo. A menudo estos cambios suponen dolor de espalda, dolor pélvico e incontinencia urinaria. En conclusión, la fisioterapia tiene muchos beneficios para las mujeres embarazadas y en el proceso del post parto.

Fisioterapia en el preparto

Durante el embarazo las tareas regulares como sentarse, caminar, pararse y trabajar a veces pueden ser difíciles. Debido al embarazo, la mayoría de las mujeres experimentan algún tipo de molestia en este periodo. Gracias a la fisioterapia, se pueden aprender técnicas para ayudar a aliviar la incomodidad. Aprender a convivir con nuestro cuerpo y sus cambios, harán de nuestro embarazo una experiencia plena y saludable.

La fisioterapia es útil para remediar las molestias más comunes como el dolor de espalda. Por último, es útil para mejorar la capacidad de tu cuerpo para tener un embarazo y un parto más suave.

Además de tratamientos específicos de fisioterapia y osteopatía, te ofrecemos ejercicios para hacer en casa. Se trata de reconocer  los cambios que se están produciendo en el cuerpo. Nuestro equipo de expertos en fisioterapia para embarazadas te ayudarán en los siguiente casos:

  • Dolor de espalda
  • Dolor de cuello
  • Dolor en las articulaciones
  • Prevención y tratamiento de la incontinencia urinaria
  • Corrección de la postura
  • Ejercicios de postura y ergonomía
  • Consejos para levantar y sostener al bebé
  • Ejercicios del suelo pélvico
  • Ejercicios abdominales

Muchas de las molestias físicas que están asociadas con las diferentes etapas del embarazo se pueden aliviar con la ayuda de la fisioterapia. Nuestro equipo de fisioterapeutas te recomendarán las técnicas más adecuadas para ti. Además te enseñaremos a comprender los síntomas para mantener un embarazo saludable.

Estos son algunos de los beneficios que la fisioterapia aporta durante el embarazo:

  • Alivio de la parte baja de la espalda y el dolor pélvico
  • Ayuda a estabilizar la zona pélvica y la zona lumbar
  • Ayuda a entrenar y fortalecer los músculos del suelo pélvico
  • Reducir la tensión en los tejidos blandos
  • Ayuda a prevenir y minimizar la probabilidad de una lesión musculoesquelética
  • Mantener una postura correcta
  • Prevenir y tratar la incontinencia urinaria
  • Proporcionar educación sobre las técnicas de respiración

Fisioterapia en el postparto

El parto, la lactancia y los cuidados de nuestro bebé repercuten en nuestro cuerpo afectando a nuestro bienestar físico. Durante el postparto es importante seguir una serie de ejercicios. El tratamiento está indicado para fortalecer los músculos que se han estirado durante el embarazo y el parto.

Te ayudaremos a recuperar el  equilibrio natural de tu cuerpo:

  • Suelo pélvico: el suelo pélvico se encuentra bajo presión durante el embarazo, además de verse debilitado por el cambio hormonal. Durante el parto los músculos sufren un estiramiento. Por eso, los ejercicios de suelo pélvico, nos van a ayudar a prevenir la debilidad. Además mantendremos el tono muscular y mejoraremos el control de nuestros músculos.
  • Traumatología: son normales las contracturas musculares, molestias cervicales o dolores articulares…
  • Ejercicios hipopresivos: una técnica muy eficaz que te ayudará a tonificar la musculatura del suelo pélvico y de la faja abdominal de tu cuerpo.
  • Masaje bienestar: en MasFisio te ofrecemos masajes relajantes para que te regales un momento de disfrute y pausa. El objetivo es disolver tensiones muscular y conseguir la relajación de cuerpo y mente.

Tras el parto, nuestro equipo de profesionales evaluará el equilibrio entre la musculatura abdominal, lumbar y suelo pélvico. Te mostraremos cómo realizar tu propio programa de ejercicios para conseguir un buen tono muscular.

Los beneficios de la fisioterapia durante esta época son múltiples:

  • Disminución del periodo de recuperación
  • Mejorar y evitar las incontinencias urinarias
  • Fortalecer el suelo pélvico
  • Disminuir y eliminar los dolores de espalda que se producen en el periodo de lactancia

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